MÉTODO IPL

Más de 25 años en el sector del mantenimiento de espacios urbanos e infraestructuras avalan la excelencia de IPL en todos sus trabajos.
 
Especializados en la conservación de superficies y prevención de su deterioro, en IPL hemos desarrollado una metodología de trabajo optimizada para alcanzar las exigencias de calidad de nuestros clientes con el coste mínimo.
 
Los tres ejes de acción del método IPL orientados a la excelencia y dando lugar a una mejora en la calidad de vida de los materiales son:

La prescripción

En la fase de prescripción, en IPL analizamos las infraestructuras y los factores de agresión a los que están sometidas. Todo ello con la intención de ofrecer un tratamiento eficaz, a medida, según las exigencias de calidad y a un mínimo coste.
 
Prescribimos los recubrimientos de protección más adecuados para la conservación de cada material.
Contamos con una extensa base de datos, de productos de alto rendimiento, testados, certificados y homologados.
En IPL creemos en el avance tecnológico y nos sumamos al progreso, en el mercado de los recubrimientos, gracias a nuestro departamento de I+D+i

La aplicación

Aplicar productos de alto rendimiento requiere de un estricto seguimiento de las especificaciones del fabricante y un gran control de la técnica.
El equipo humano de IPL está altamente cualificado y además está en continua formación para aprender nuevas técnicas y herramientas útiles para su trabajo.
En IPL ponemos a disposición de nuestro equipo humano todas las herramientas para llegar a la excelencia en todos nuestros proyectos.

El mantenimiento

En la fase de mantenimiento IPL supervisamos los tratamientos aplicados y corregimos incidencias que puedan surgir tras la aplicación de los recubrimientos.
 
El ciclo de vida de los materiales se prolonga significativamente, produciéndose en poco tiempo un retorno de la inversión realizada en la infraestructura.
 
Aplicar tratamientos correctivos erróneos, puede ser contraproducente al dañar los recubrimientos de protección aplicados. Las labores de mantenimiento, totalmente dirigidas, garantizan la supervivencia de los recubrimientos y por consiguiente de las superficies.